Sábado por la noche, hemos quedado en casa de Fernando para una sesión de juegos nocturna con las respectivas parejas, nos espera una noche de juegos con Araceli, Maria Antonia, Fernando y yo.
Mientras Araceli acostaba a las niñas jugamos una partida al Carcassonne Junior para enseñármelo (Fernando leyó la entrada de juegos infantiles).
El juego me gustó, evidentemente para los mayores no vale la pena pero tiene su estrategia para que los niños puedan aprender a pensar y putear un poco, todo con una mecánica con una dificultad muy baja. Muy apropiado.
Cuando llegó Araceli no quiso quedarse sin jugar así que repetimos partida todos juntos.
Después de calentar motores Fernando propuso un Agrícola estuvimos a punto de sacar el Misterios de la Abadía pero al final se impuso el de las granjas.
Tras una explicación bastante larga empezamos a construir nuestra granja. Yo me centré al principio en coger maderas, sacar oficios que me podían ser útiles, coger un trigo o arar algún campo. Rápidamente vi que no estaba jugando a nada y no prosperaba lo suficientemente rápido.
Fernando se centraba en la estrategia de hornear pan, mientras que Araceli bajaba adquisiciones y oficios, recolectaba madera y juncos y construía dos habitaciones nuevas de golpe. Maria Antonia jugó a coger ovejas, lo que sería su principal fuente de alimento, acaparando estas y no dejándome ninguna al principio.